miércoles, 3 de septiembre de 2014

título

Sigues malgastando cigarros y discusiones en asimilar mi premeditación y alevosía.Y es que ya estás dentro del juego infinito de amar a una zorra que duele.
¿qué esperas de alguien que tiene por vicios el whisky, el tabaco y tu boca?
Calculo el tiempo en arañazos sobre tu espalda cada vez que me tienes desnuda en tu cama, odiando el momento en el que uno de los dos acabe con el otro. Estás tan enfermo como yo al desear esto, por querer follar con mis besos llenos de malas intenciones, y lo sabes.
Te miro y me derrito entre el hielo de las copas desde que te has doctorado en la forma de mi cuerpo.
lo siento, pero soy el problema que estás buscando. 

caer

Sentir dentro de tu propio pecho el peso del aliento de otra persona
vivir sintiendo como quema, a uno mismo, desde dentro
rápida y lentamente al mismo tiempo.
intensamente, suave,
dulce
hablándote sin necesidad de palabras.
de repente necesidades insaciables que sin querer conformas 
mariposas devorándose unas a otras, locas, absorbiéndote 
Aparece, duele, crece, explota, te destruye 
queriendo.

miércoles, 15 de enero de 2014

La definición de la vida es Problemas.

Si tuviera que cambiar algo de mi vida, seria esa jodida lámpara rota, cuando vengo sumamente puesto los sábados por la noche esa luz no me deja vomitar en paz.

La puta lampara hace que la habitación de vueltas. Una y otra vez gira, sin parar, simulando ser uno de los efectos del LSD.

Al final la romperé de un puñetazo, pero no tengo fuerzas, estoy demasiado ocupado echando las entrañas por la boca.
¿Por qué me he pasado tanto de la raya? 
Sí lo recuerdo. Sé a que se debe mi estado. Y han sido sus malditos labios. La boca que acompaña a esas curvas infinitas. Antes de conocer su nombre, su melena decidió darse la vuelta y dejarme atrás tras besarme aquel día. Debería odiarla, quiero odiarla.


Esa mirada felina que traspasó mi cordura, bebí para conocerla, bebí y bebo para olvidarla. Cómo se dirigía a mí en la barra, y por mucho que no quise mirarla acabé muriéndome por tenerla en mi cama.

Pienso constantemente en tocarla, acariciarla, hacerla sentir hasta que sus gritos invadan la casa. Se ha convertido en mi obsesión, tanto hasta ser la única razón para beber.
No como, lo substituyo por cerveza. Esas piernas, ese vientre que conduce a mi delirio y mayor fantasía. Rozar su piel morena erizándose a la vez que me excito y no parar aunque me lo ruegue. No sé su nombre, pero memoricé sus curvas y su olor.
Joder, te exijo que desaparezcas al llegar al décimo trago de vodka.

Déjame sólo soñarte, porque temo que al tenerte, dejes de ser perfecta.

Y si dejas de serlo, tendré que buscar otra excusa para beber.